Así va el año 2018…

 

 

 

Llegué en enero de 2018 con tres días de retraso. Me paseé por Nueva York mientras descubría que en Texas también hace mucho frío. Así arrancó este año para mí. Ahora toca hacer un breve break de apenas cuatro semanas. Estos meses han sido frenéticos. Digo que mi vida empieza a parecerse a la de un perro y es verdad. Por un día de los tuyos, yo vivo siete. He estado de nuevo en California. He disfrutado del Hill Country. He tomado más fotos de lo que imaginaba. He protagonizado un anuncio. He estado en la tele. He cocinado. He rodado un vídeo. He posado. He corrido, montado a caballo, bebido Shiners, servido vino, vendido aceite. Rosa me visitó ¿qué nos deparará el futuro? He hecho yoga, me he comprado un coche, tengo un nuevo empleado, no sé los clientes nuevos que hemos conseguido. Las #secretdinners han arrasado. Nuestra paella enamora. Tenemos un acuerdo con Permachef y hemos sido solidarios cerrando otro acuerdo con YWCA a la que le hemos donado más de $5,000 en aceite de oliva virgen extra para las personas más necesitadas de San Antonio. Sigo enamorado de mi huarachita favorita. He planificado eventos para todo el próximo verano en el Pearl y reservado stand para el TRA Marketplace de julio. He cambiado de CPA. Tengo nueva bookkeeper. He vuelto a ser premium de Spotify. He tenido alergia, agujetas, sueño. Me he bañado, por fin, en las playas de Texas. También he corrido por ellas. He besado, abrazado, dado la mano. He cumplido 49 años. Tengo unos imanes súper molones. He disfrutado de mis muchos nuevos amigos. He bailado country y visto hot-rods. He llevado aceite a Ester a Austin a las cinco de la mañana. Me ha parado un State Trooper con todas sus lucecitas. He pagado mi primera multa de aparcamiento. Columbus. Karen y Ben. Volví a Houston St con Lawrence. Tengo dos sombreros nuevos y una gorra. Me quedé sin batería en Helotes. Sarah. Ahora se lo que es un coleadero y un jaripeo. He estado en lugares donde nunca antes habían visto a un español. He ido a Dallas cinco veces y tres a Houston. Apenas uso mi GPS Tom-Tom. He atendido tres entrevistas a medios en España. He fumado marihuana. He cortado jamón. He rezado (a mi estilo). He llorado. Más Shiners. Boerne. Wimberley. Atascosa. Brujita. I don´t love you any more. Dolly Parton. Bowie y sus heroes. México que no te llego a conocer pero que ya te llevo en el corazón. Lunas llenas. Cowboy. Oregon en el horizonte. Eder. Abby. Barbie. Noe. David. Jorge. Iryna. Antonio. He visto dos desalojos. He comido en un vietnamita y en un coreano. Julie. Mis niños ausentes. Go Texan. Southtown, King Williams, Broadway… Sigo intentándolo con HEB. Bruce. Hablo mejor inglés pero no pierdo mi acentaco de Jaén. Piscineo. Patriots barbershop. Starbucks. Deudas vivas. Netflix. Mensajes de amor. Perdóname. Lo siento. Te quiero. Gracias. El camino del guerrero. Mis postits. Más country. Más rock. Olmos Park. La 410, la 35, la 10. El moro. Genaro. César, Manuel, el infante Jorge. Vagamundos Services. Más proyectos. Sueño. Música y más música. Las puestas de sol de Texas. Más amor. Más gracias. Resumir estos cuatro meses es muy difícil. Pero si hay algo que puedo decir es que jamás nunca antes me sentí tan vivo como ahora. Working on a dream…