El pupitre

Ha vuelto a querer el destino que me enfrente a estas líneas, otra vez, en el mes de marzo. Ya me tocó el año 2005 y supongo, si el destino así lo desea, me toque en los próximos años. Será exponente de que, al menos, el que suscribe, sigue en la lucha diaria y que esta publicación, continuará cumpliendo años, siendo cada día más joven y moderna.