La persiana

Has llegado para besarme en la frente.
Sin embargo, callas en silencio, oyendo mi respiración.
Todo ha sido una representación, cartón de tramoya..
El telón baja, dando por concluida esta farsa.
La persiana preside la delantera de mis ojos y hacen
que el sueño embargue las venas de mi cuerpo
trasfigurando mi sangre en paseos lunares…

La noche me saluda,
ma da la mano: subo por su escalera.
Luna lunera, deseo deslunarte y dejarte tan desnuda
que ni el niño que llora se meza en tu cónvaca  cara lavada.

Llévame¡¡¡¡