Palabras y testimonio de Olvido Andújar (@olvidoandujar) profesora Lengua y Literatura de la UCJC e integrante del proyecto #19mujeres

Porque ninguna se queda atrás.

Decía Ingrid Bergman, bellísima hasta el escalofrío y enferma de cáncer, que cada día que le quitaba a la enfermedad y sobrevivía era una victoria.

No estáis solas, no estamos solas. Cada vez que el fantasma del cáncer ataca a una, nos ataca a todas. Y por eso cobran importancia las iniciativas como #19mujeres. Diecinueve mujeres que son 19+1. Diecinueve mujeres para abrazar a una y decirle que no está sola. Aunque ella ya lo sabe, pero igual te mira con sus ojos llenos de magia y te agradece la energía y el cariño.

Diecinueve mujeres para perdernos en una mirada llena de luz y saber que, gracias a ella, nosotras tampoco estamos solas. Dieciocho más una, que son diecinueve, pero que podrían haber sido cinco mil millones.

Porque ninguna, ni una sola de las casi 3.700.000.000 de mujeres que hay en el mundo, se queda atrás.
#19mujeres para gritarle al mundo que nos dan igual sus “no veas”, sus “no hables”, sus “no escuches”. Porque nosotras, las diecinueve que podrían ser tres mil millones, todas, seguiremos mirándonos como nos mira Pilar, sin miedo, con coraje, con una sonrisa tatuada en las pupilas que se convierte en el mejor abrazo, en la mejor palabra de ánimo, en el mejor empujón para seguir en la lucha, hasta esa victoria. Y seguiremos hablándonos las unas a las otras. Y escuchándonos. Porque todavía tenemos muchas cosas que contarnos. Porque no somos, porque nunca hemos sido, otro ladrillo en el muro.

Porque ninguna de nosotras se queda atrás.

Y por eso seguiremos luchando y peleando cada vez que una sea atacada por este monstruo tan mezquino y despreciable. Porque mientras quede una que aún no sepa cómo hacerse una autoexploración mamaria, seguiremos necesitando muchos #19deoctubre y muchas #19mujeres. Porque mientras una sola tenga vergüenza o miedo de palparse los senos en busca de algo extraño, seguiremos necesitando hacer fuerza. Hacer grupo. Hacer ruido. Hacer una sonrisa enorme que nos rodee a todas.

Y quizá fue para eso, al fin y al cabo, para lo que nos juntamos el otro día diecinueve mujeres sedientas de compartir y de aportar el grano de arena que se nos quedó dentro en algún momento. El resultado fue un artista detrás de una cámara (no solo, también un buen hombre y una persona excepcional), atrapando nuestra conexión, la química desbordada, las bromas, las risas, los abrazos.

Diecinueve mujeres que podrían haber sido tres mil millones para decirle al cáncer que esta vez se ha equivocado, ya no está atacando a una víctima solitaria y desvalida. Esta vez, hemos unido fuerzas para ser vuestras piernas que os ayuden a correr hasta la línea de meta que os otorgue la victoria.
Porque ninguna de nosotras va a volver a quedarse atrás.

Por nuestra Pilar. Por mi Paca. Por tu madre. Por todas. Porque un día ya no necesitemos un #19deoctubre porque la victoria nos haya alcanzado, de forma definitiva y para siempre, a todas y cada una de nosotras.

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