Piel de albarikeka

La mañana rondando tu piel se presentó con sabor a fruta prohibida;

sólo tú sabes lo que guardas en el arco que forma la distancia que separa tus rodillas

cuando descansan sobre la arena sureña.

Bocados con sabor a manzana cuelgas frente a tus pulmones de chocolate

y las lágrimas, piel de albarikeka, serán de azúcar

para hacer bolitas de algodón y así jugar a sirenas en la línea de tus ojos.