Uma

¡Sugerente mirada la tuya, Uma!

extensa espalda cóncava
nave en la que navegar hasta Itaca
y permanecer de tu mano unido
hasta que el sol extinguiera su luz
apocado ante el brillo infinito de tu cabello
paseándome tras tus pasos, en tus besos,
acariciando tu alma y bebiendo
de tus dedos la esencia
de tu vida embriagadora:
¡Uma, piérdeme en tu vientre!