Y es que el tiempo pasa. Las modas cambian. Hasta las heroínas -no las de matar con jeringa- sino las de infartar por guapas, bellas, inteligentes y peleonas, se adaptan a las nuevas formas de ver la iconografía fememina en este Siglo XXI.

Ahora, gracias a Fernando Monzón, como guionista del cómic y artífice de todo el proyecto junto al dibujante Enrique Mendoza, nos presentan a una Agustina de Aragón al modo del Siglo XXI: sexy y neumática.

Viendo la imágenes, creo, que esta Agustina está directamente emparentada, en el cómic, con Lara Croft y en el cine, pero en rubia, con Pamela Anderson.

Viste ligera de ropa, es valiente, desinhibida y seductora. En su historia hay sexo y violencia en dosis generosas, y la sangre y los desnudos salpican por igual las viñetas y, casi con toda seguridad, las secuencias de la futura película.

Me alegro que hayan sido dos creadores españoles los que nos la presenten así y para los más jóvenes, que creen que la Historia comenzó en 1999, que sepan que una vez le dimos matarile a los franchutes.

¡Olalá, mondié!