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2009¿Nacemos?
La palma de la mano abierta. La otra cerrada. Elección: roja o azul. Realidad o ficción. Anorexia o gordura irrefenablemente descontrolada. Números positivos o negativos. Sí o no. Eterna opción. Sin embargo, al parirnos, nadie es preguntado, nadie sabe si debe o no salir del útero o si el lugar al que vas a venir es el mejor. Todo es mentira. O todo es una tremenda lección de puta realidad cuando te das en las narices con un paritorio lleno de blancos, negros, moros, judíos, altos, bajos, violentos o pacifistas, vestidos o desnudos. No choice.
Yo no elegí ser la hija de una puta y un gitano, como primera murciana. Ni tú, lector/a onanista, que tu madre eligiera al del butano para empestillarla. De ahí tu cara de bombona. No. Aquí me véis. No elegí ni la belleza ni la fealdad de las tetas de mi madre. Pero es curioso. En ellas hay vida. Agua y tetas. ¿Qué fue primero? Nadie, nunca nadie nos ha preguntado: ¿nacemos?
*Foto: Susanne Middelberg
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