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Este el el número de mi dorsal. Corrí ayer con él en Tres Cantos (Madrid) en la carrera  «Corre por una sonrisa» organizada a favor del ONG, “Por una sonrisa en Africa”. En los tiempos que corren -nunca mejor dicho- insolidarios, ariscos y demás epítetos, ver a 1.000 corredores con el ánimo que ayer estábamos en Tres Cantos, es un soplo de esperanza. Lo de menos, los 10.000 metros que corrimos llenos de obstáculos, vallas, paredes, desniveles, escaleras, etc., etc., que nos dejaron medio muertos a tod@s, con esa pared final, con cuerda incluida -tipo Oficial y Caballero-,  que nos separaba sólo a diez metros de meta.

Los espectadores más peques se lo pasaron en grande e intentamos transmitirles esfuerzo, solidaridad, superación, compromiso y demás valores implícitos en el deporte.

Lo de menos -de menos- , los 54:54 de mi tiempo y esa posición 180 que ocupé, aunque reconozo que me alegré mucho del tiempo y del puesto ocupado.