I had to close down everything
I had to close down my mind
Too many things to cover me
Too much can make me blind
I´ve seen so much in so many places
So many heartaches, so many faces
So many dirty things
You couldn´t believe

Moby

*****************************************

La carretera se dibuja negra, casi invisible. El conductor asume su ceguera. No hay luz. Ni visión. Son los caminos extremos por lo que sólo se transita una vez. Una sola oportunidad para poder regresar, volver. Si te vas, vives. Si te quedas, mueres. El conductor lo sabe. Mira  la única luz que se divisa a través del semicírculo al que pega sus manos. 180. Una excelente media para transitar por esta ruleta asfáltica.

Las escasas sombras que se observan tras la ventanilla, aullan siguiendo la marcha del conductor que, en realidad, conduce sin destino. ¿Dónde conducir si sabes que no vas a ningún lugar? se pregunta. Un conductor extremo es el que, tras soportar ataques al corazón, siempre busca la misma meta. Una cabellera rubia, unos guantes de rejilla, una medalla asida al pecho –no faces- objetos oscuros de deseo que, ahora, dirigen a este  hombre sin nombre.

Es sólo un conductor.

*Foto: Aeric Meredith-Goujon