Costumbres peligrosas

Alicia hacía la cama cada mañana. Jamás se preguntó el por qué de aquellas manchas. Sabía que su pareja, Andy, como el resto de mujeres, tenía su regla cada veintitantos días. No era extraño pues que algunas veces dejara restos ocres en las sábanas de su cama de ciento y pico centímetros de anchura por casi doscientos de larga. Y es que Andy era modelo; gastaba ciento noventa centímetros de pies a cabeza.

Sin embargo, aquella mañana, las manchas no eran como las que veía de vez en cuando. Acudió a su pc y conectó la webcam que usaba para rodar sus escenas de Scissorswomen, una serie porno online amateur que, cada noche, concitaba a miles de seguidores frente a sus ordenadores.

Al regresar por la tarde a su apartamento, visionó lo que la cámara había grabado. Desde luego Andy, mientras ella se tostaba en el sarcófago uva,  tenía unas costumbres muy peligrosas.