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2009Y nació ‘El 4º con botas’
Quizá, El 4º con botas, ha sido uno de los libros que más he tardado en completar. Lo he repasado más que ninguno y eso no es óbice para que el lector halle alguna errata o disfunción gráfica. Pero en todo caso ya está.
Esta cuarta entrega, íntegramente en prosa, de mis anotaciones blogueras en Vagamundos tiene algo de especial: por un lado, creo que cierra un ciclo -luego lo explico-; por otro, va prologado por una de las personas más solventes en esto de la crítica literaria –Cristina Monteoliva– cuyo trabajo, el de leer de forma compulsiva, aún no lo entiendo.
El ciclo a cerrar, son tres años de trabajo diario -o casi- en Obolog. Sin dejar de exponerme desnudo en la Red, quiero intentar pasar a una faceta más íntima, menos explosiva, más reflexiva y que me ayude a seguir en la senda de mi pasión: escribir. Este miércoles, en mi colaboración de Ideal -si sale-, vendrán algunas claves.
En todo caso y sin excusa aquí está El 4º con botas. En palabras de Cristina Monteoliva : «(…) No es fácil hablar en conjunto, y con pocas palabras, de un libro que reúne tantas piezas con tan sugerentes títulos, piezas tan distintas como interesantes todas ellas, pero con algo en común: la brevedad y la enorme precisión que esto, precisamente, nos aporta. Diremos, eso sí, que en estos intensos relatos, querido lector, encontrarás historias insólitas que pueden tener lugar en cualquier lugar del planeta, a veces totalmente desgarradoras, sueños que parecen pesadillas, y pesadillas reales que han inspirado al autor a la hora de imaginar mundos paralelos. Fernando R. Ortega se abre en canal para dejarnos conocer todos sus demonios y sus personajes más nobles, todas sus inquietudes y certezas, con una prosa que a veces se convierte en poesía, pues el alma no conoce otra forma de expresarse. (…)».
Algunas sorpresas van en este libro; entre ellas, una inédita: el borrador del tanga.
El 4º con botas (Publicatuslibros.com)
55 páginas. Gratuito.
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