No estoy siguiendo mucho el actual Campeonato de Mundo de Atletismo que acoge estos días, Berlín, la capital alemana. Me dejo impresionar por los titulares de la prensa escrita de la que estoy dando buena cuenta estos días. A Derecha e Izquierda.

Hoy me topo con el titular: Marta Domínguez, campeona del mundo. Se me contrae el corazón. Recuerdo su caída en directo en Pekín. Y ahora que sé lo que es eso del atletismo me ido a la crónica de forma inmediata. ha sido un subidón de emoción. El poder de la lectura enlazado con las gotas de sudor que recorren mi espalda acompañando, casi, línea a línea el esfuerzo de Marta.

Ayer leí como había entrenado todo este año y su miedo a la ría en los 3000 obstáculos. Medalla de oro para un palmaré español, muy pobre, contagiado, tal vez por la crisis o por el escasísimo apego/afición/práctica deportiva que tienen nuestros políticos más acostumbrados a panza, mentiras y coches oficiales.

Lo de Marta es para enmarcar.

Pd: Usain Bolt: la carrera que me dejó sin aire.