Ahora lo sé…

Los estudiantes de antes, éramos de otra pasta. Ni mejores ni peores que los de ahora, pero diferentes. Teníamos que elegir con dificultad y a la edad de 15 años si queríamos elegir Matemáticas o Griego. Los años me han enseñado a que el Griego y el Latin me sirvieron para mucho; sin embargo, todavía no sé por qué no me siguieron enseñando Matemáticas, Física y Química hasta los 18. Tuve que aprender qué era una letra de cambio o una línea de descuento con 20 y contabilidad con 23 y el cerebro no está igual de tiennno. O sí.

Es decir que fui, lo que antes se decía uno de Letras (vs. uno de Ciencias). Luego a Derecho, con curro bancario… señorito máster en finanzas empresariales y esas cosas y al barro de las togas. Ahora vivo del cuento.

Pero con otra formación, más amplia, podría haber sido o ingeniero, o arquitecto o cualquier otra cosa -tal vez como ahora que ya no sé que soy-. Con 15 años, lo mismo que con 10 ó 20 ó 40, no sé por qué hay que dejar parte de tu formación en manos de decisiones por gustos en vez de pensar u ofrecer una formación más integral ya que hoy, todo está relacionado.

Y mira tú, pese a mis eternas dudas, el otro día hallé la respuesta a ellas y supe por qué ser de letras en una gran inversión.

Ahora estoy en paz con mis padres también.