Las doce (versión 2.9)

Mi reloj yace huérfano de tiempo;

sus dígitos de chocolate, derretidos, se amaron.

Haciendo el amor, la pequeña y la larga, han parido doce musas:

Las seis primeras, al Este,

frías, mañaneras, que despiertan cada día.

Las otra seis hermanas, al Oeste,

calientes, nocturnas, deambulan, a veces, de mi mano,

inspirando largas descargas eléctricas.

Foto: Emil Schildt