Abr
20
2009Nacido huérfano
Llamé a la puerta. Nadie abrió. El tiempo transcurría despacio. Tan despacio que la sensación era la ausencia total de horas, minutos o segundos. Un micromundo aletargado esperando que se abriera aquella maldita puerta.
La pequeña placa a la altura de mis ojos, indicaba que era el lugar que había buscado, no sólo en los últimos tiempos, sino desde que supe que había nacido huérfano.
Mi madre no murió. No llegó a existir. Yo soy hijo de él, del papel couché, en el que un día Marisa Miller aparecía desnuda. Alguien eyaculó sobre él.
Entonces, nueves meses después, nací yo.
Foto: Russell James
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