Nov
20
2008Un calcetín
Ácido sulfúrico.
Anoche me bebí todo el contenido en una botella. Al acabarla, la usé como anteojos. Logré retirar la escarcha de mis pestañas.
Luego, de imaginaria, viajé por el final de todas las historias felices, como si observara el reverso de un calcetín.
Esta mañana me he dejado lo mejor de mí pegado en las sábanas. Estaban repletas de hielo. Al baño sólo llegó mi cuerpo. Y lo mejor es que, pese a volver a mirar por los anteojos, descubrí que soy ciego.
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