Buscando

Revolviendo el arcón de los recuerdos llevo mil y una noche.

Busco el aroma de tus piernas y la humedad de tu cuerpo,
el sonido de tus latidos y la respiración de tus espasmos.

Rigidez sobre campos de azúcar.

Leche regando engendros y horas furtivas.

En este acantilado, también busco el olor a mar de tus entrañas
y con el túnel que me dibujaba tu espalda, sigo aún soñando.

¡Déjame que deje de buscar y entrégame lo que busco!