Cada noche un beso

 

Calíope visitaba al joven Xúlor en su lecho y cada noche le pedía un beso.

Ella sonreía y pintaba con sus ojos el mar, con ese color que sólo poseen las musas.

Le susurraba al oido…-cada noche me besarás para saber cómo se paladea la primavera, a qué saben las olas de la vida y cuánto dura la felicidad cuando juntas los labios pidiendo otro más-.

Xúlor aprendía así a vivir, a respirar, a besar y a ver también, como cada noche, Norma descansa sobre el hombre de Clarck.

Norma, ¡cuánto te quiero!

El sonido de las gotas de mar  me arrullan en la noche.