Caja de cartón

Se despide una caja de cartón recortada, llena de ojos espantados en el cruce con el resto de miradas.

Las sorprendidas pestañas levantan aire al asentir a la fiesta de lo desconocido, encontrado al atravesar con terror, el abismo que separa la tierra del acolchado descanso para los pies.

Descalzos, desnudos de sensaciones, embarrados de suspiros, prestos para engendrar el dolor en el camino, esperan ahogados en baños de multitudes, mientras resuena un «Atención, estación en curva. Tenga cuidado no introducir el pie entre coche y andén»;

Dentro cazan tu aire para colgarlo en las paredes de sus angustiosos pulmones, relucientes por el licor de todo
nuestro sudor derramado en los pasamanos de chicle fundido. Peldaños metálicos.

El zumbido, atrae otro viaje más. Llega esta caja de cartón desdibujada.