¿Cambios?

 

 

Diario IDEAL, 28 enero 2015

 

Ya te anticipaba hace unos días, un 2015 repleto de movimiento. Fíjate: en este 2015 podrás votar hasta en tres ocasiones distintas para escoger si quieres conservar, cambiar o revolucionar el panorama local, autonómico y nacional.

En marzo podrás seguir conservando el ‘status quo’ con lo que hay. Nada va a cambiar y mis augurios son que, otros cuatro años más, sine die y amén, para que todo siga igual en Andalucía. El calvario me lo reservo para los que luego les de por hacer terapia de barra de bar. Al menos, yo me quito la espinita de no votar en Andalucía, porque, francamente lo tendría muy complicado.

En mayo, nueva cita con las urnas y allá cada cual. En lo local no hay partidos sino filias y fobias. Aquí como me toca lo más cerca, no voto a fulanico o menganico porque es tal o cual, al margen de que lo haga mejor o peor. En este caso y dadas las circunstancias, lo tengo bastante claro. El hecho de estar censado en un pueblo como Torrelodones, mi voto lo tengo decidido.

Pero es que tras el verano entraremos en la vorágine que nos llevará a noviembre y saber si, de verdad, el PP tira, el ‘Soe’ se hunde o si definitivamente Pablo es el presidente del gobierno del ‘estado español’ (¡uuuhh qué miedo da decir España, coño!) como el otro día le espetaba en la cámara europea, el susodicho a Arias Cañete: ¡que sepas que voy a ser el próximo presidente del gobierno! (Ahora vas y lo tuiteas).

No lo veo, Pablo. No lo veo. Así como sí que veo que Susana desactivará vuestra raja por la izquierda, será ella, precisamente, la que abra el melón de vuestra burbuja y será ella la que tenga el honor de decirle a Mariano ‘yo te pinché la burbuja Mariano, para que sigas en Europa y no me levantes las faldas cada vez que puedas, a sabiendas, que nos unen más cosas que nos separan. Déjame con mi niño que yo no te mentaré el farmatint’. Y Mariano gobernará con más disgustos que gustos los próximos tres o cuatro años. Y se acabó.

Es decir, si repasas lo escrito verás que en Andalucía todo se conservará igual. En las locales se atisban algunos cambios -pocos- y la revolución nacional no llegará por mucho que se empeñen en compararnos con los griegos que, dicho sea de repaso, no nos parecemos en nada como país. Aquello desde hace más de una década es un caos de país. Y sé de lo que hablo.

Por tanto, ‘virgencita, virgencita, que me quede como estoy’. En las nacionales mi puesta es por Albert Rivera, pero no sé en qué medida se quedará su empuje. Lo que sí tengo claro, es que tras las vacaciones de verano, si la gente se lo pasa bien y Mariano no mete la pata, puede salvarlo la campana. Y no es mala solución tampoco, como la de Susana, que fíjate tú por donde, con lo poco simpatizante que yo soy de lo que hay, me quedo con lo que hay por ahora porque para experimentos está la gaseosa y la alternativa pepera en Andalucía es tan ´más de lo mismo’ que da una pereza soberana. Algún día, el ‘pepé’ deberá pensar en qué hacer con sus problemas en Cataluña y Andalucía porque son dos granos culeros como la catedral del Santo Reino.

Así que fíjate tú por donde, que yo siempre he estado en las trincheras de los cambios totales y ahora resulta que en el fondo, soy un conservador. Pues sí, porque con lo lejos que he llegado no tengo ganas de que un pelijoso me diga ‘¡exprópiese!’ o que mis hijos deban estudiar ‘El Capital’ en pasillos universitarios llenos de ecoporreros, rastas e inanes de jabón y desodorante. Me quedo con lo que hay, me quedo con lo malo conocido que lo bueno (¿¿??) por conocer. Total, Susana y Mariano me parecen sosísimos pero ‘me tapo la nariz’ y aguanto.

Que no nos llevamos a engaños: Mariano ha hecho lo que habría hecho ZP, Felipe, Aznar, Susana o Pedro en la situación en la que estábamos hace tres o cuatro años. Que los gobiernos parecen que son independientes y que no lo son y que por mucho que los que quieren romper la baraja lo aparenten, las alfombras rojas y los hoteles de lujo aburguesan hasta al mismo ‘cheguevara’. Así que ‘keep calm and going on’.