Camisa verde

Enjambres de egos que desperdigados os movéis
por las entrañas que proyectan los edificios,
¡miráis con los ojos tapiados por la ignorancia!

Dejásteis de oír el sonido de la sonrisa
moviéndoos en la brisa densa que desprende,

cuando se agita, el color verde de esta camisa,

ídolo sin lustre que ciega a los que la ven

y mata sin pudor a quien la besa.