Gota a gota

Cuando dejas tus manos huérfanas de movimientos,
cuando aislas tus ojos tras esos telones de acero,
cuando el armario de tu pecho encierra a tus pulmones
o cuando la trastienda de tu alma cuelga el ya "no hay billetes",

la noche deja sobre tus manos el tacto que tus ojos desean ver,

el aire que respiras mientras duermes
susurrándole a tu alma

¡cógeme para gastarme gota a gota!