La vida es una tom tom tómbola

Mi querida Marisol. Juego con tus sones a niño descuidado, saltarín y tal vez olvidado en mi propia memoria.

Marisol saca tu cuerpo al sol y junto a Maripili iremos a la playa; nos tumbaremos y hasta jugaremos a saber cómo sabemos, cómo saben nuestros sabores y saber si son insípidos sorbetes de limón besado.

Marisol, tombolera, dame una vuelta contigo, subido a la M de tu nombre com una Montaña Mutante en busca del Monte Montado…montadito en tu montaña claro.

Marisol, Maripili, Mariloli…vaya maripandi, como aquella con la que gastábamos las noches de Madrid sin salir del recinto penitenciario al que nos habían condenado los guardianes de las cajas de sorpresas.

Y ahora, chicas, todas, infinitas, universales, inacabables, interminables e inagotablemente hermosas, bailemos al son de Marisol, tombolera rumbera caracolera, como tu mirada, niña del sur, inimitable tú, que mueves tus caderas chocolateras mientras María, la más mari de todas las maris, juega a ser juana…Marijuana.

Tomboleando me voy Marisol, a ver si mañana sacando mi cuerpo, me lo calienta el sol, como al caracol…que no¡¡¡, que mañana tombolearemos al son de los hispalenses que nos recibirán en loor de multitudes multitudinarias y multiculturales.

Marijuana que te pillo, Marijuana que te toco, Marijuana a que te lío pa volverme loco.