29
2008¡Llámame cadáver!
Mi espalda descansa sobre una superficie fría. Miro sólo al frente. Cuento: uno, dos, tres, cuatro… así, hasta diez tubos de neón. Un línea discontinua marcada a base de electricidad en el techo.
Puertas y más puertas. Ruidos metálicos al fin y al cabo. Siento como mi estómago, por un segundo, deja de notar la gravedad, para volverse, casi inexistente. Es la multiplicación por cero. Una operación matemática con el mismo resultado: un bucle cosmogónico.
Y un gran foco me alumbra. Y aparece en mi campo visual la doctora Proctor. Hace años que dejé de oír los latidos de mi corazón. Al dividirme, halla alojado en mi alma una tableta de chocolate fosilizada.
Giro levemente mi cabeza, y digo: ¡llámame cadáver!
*******************************
Si te gustó ¿te apetece leer y votar el relato Desde anoche?
*********************************
Comentarios recientes