Los fantasmas

Is anybody out there? Crisálido caminante.

Calles mudas, exoneradas de conjugar estridencias.

Semáforos en huelga de señalización. Aviso.

Rojo: sangre. Verde que te quiero verde.

Amarillo: pan para hambrientos con sed de ser; materializarse. La ciudad de ángeles. Alados, presentes e invisibles para el ojo por el que todos quieren mirar.

Un sms. Dos palabras para arrancarse las alas y caminar junto a ellos.

¡Dadme la mano!

*Foto Siro Antón.

Los fantasmas

El mensaje encriptado devuelve a la realidad ese tono blanco, níveo, sin aroma, ni sabor:
"Llevas una vida sin entenderme".

Suenan las cadenas arrastradas por el paso del tiempo, recorriendo kilómetros
de infinitas carreteras sin retorno…es como un giro al infierno pero encadenado.

No hay juicio final porque se sentenció al condenado antes de que naciera.

Su aullido nocturno en busca de refugio suena a eco vacío que rebota en las paredes del precipio que arropa su destino final.

Miles de brillos van iluminando su caida. Cadenas y piedras. Mentiras y olvido.

Que más da asirse a las paredes, remar contra corriente, levantar la cabeza, buscar… si el viento viene soplando para el mismo lado desde el origen de la civilización.

Envidio a esos fantasmas. En el fondo del precipio encuentra su descanso.