Oleotourjaén: sí, gracias

Diario IDEAL, 18 noviembre 2013

No pocas veces, y no sin razón, he criticado abiertamente la situación pasada y presente de nuestra provincia. Probablemente en esas críticas había aciertos y errores; y, es más, reconozco que puede haber quien, de una forma u otras, se dé por aludido y/u ofendido. Es inevitable en tanto en cuanto si me duela Jaén y su provincia, debo decirlo, incluso con acritud, porque no es menos cierto que la realidad y el día a día en esta provincia tiene mucho de agrio. Agrios, por ejemplo, son sus datos macro económicos, sus cifras de desempleo juvenil o sus infraestructuras. Pero no es menos cierto que, por primera vez, tengo la sensación de haber presenciado la puesta en marcha de una proyecto que, ojalá, sea lo que definitivamente necesitaba la provincia al aunar aceite, Historia, cultura, tradición, olivares… Se trata de Oleotourjaén, una puesta en escena de lo más arriesgado por parte de la Diputación de Jaén para coadyuvar alrededor de nuestro aceite de oliva virgen extra toda una serie de bienes y servicios, suministrados y prestados por empresas jiennenses que puede llegar a ser el germen del despegue de este sector en cuanto a su proyección nacional e internacional como destino turístico de primer orden.

No voy a descubrir las bondades de Úbeda y Baeza, ciudades que impresionan, ni por supuesto la existencia de productores de vírgenes extra que llevan Jaén por bandera y la calidad extrema de sus oleocaldos. Pero sí que he descubierto a toda una serie de hosteleros que esa misma calidad la llevan a su mesa, con preciosismo y veneración por lo mejor de lo nuestro. Empresas productoras que han convertido su almazara en reclamo turístico donde se nos explica con todo lujo de detalles por qué en Jaén no se elabora ‘aceite de oliva’. Spas de lujo, monumentos con siglos de silencioso testimonio u olivares que ya no solo son para mirar desde la carretera sino que se pueden pisar, tocar y oler al más puro estilo del turismos de aventura.

La provincia de Jaén es un marco incomparable de castillos, plazas, montañas, senderos, pantanos, presas, gentes, tapas, museos, yacimientos arqueológicos, olivares, música, pintura, virgen extra y un sin fin de cosas más que la hacen -deberían hacerla- envidiable. Envidiable por todo eso y no por sus cifras de paro, descomunales. Envidiable porque tenemos un patrimonio histórico indescriptible. Envidiable porque tenemos el bosque más grande el mundo con más de 60 millones de árboles y porque gracias a ellos podríamos ser una de las provincias más ricas, dinámicas y atractivas de toda Europa.

Pero para eso hay que tener cojones y tirarse al barro. Para eso hay que dejar de mirar al cielo, de esperar la limosna pública o esperar sentados que pase el cadáver de tu vecino, rajando en la barra del bar. Para eso hay que dejar el burdo y aburrido cainismo político de nuestros políticos progres y peperos. Para todo eso hay que ponerse la provincia por montera y sacudir las conciencias con los que se levantan muy temprano cada día a trabajar porque su sueño es ser mejores cada día.

Hoy digo, sin riesgo a equivocarme, que Oleotourjaén es un grandísimo acierto, como lo son todas esas empresas, personas y entidades públicas y privadas que se han sumado al carro, no por la moda o porque como hay crisis hay que mirar al aceite, sino porque dan muestras, algunos desde hace años, de un inmejorable buen hacer que les hace dignos de toda nuestra consideración y admiración. En esto la Diputación acierta. Como aciertan sus funcionarios que nos han demostrados que ellos son parte esencial de todo el engranaje de este proyecto y que sin ellos, nada es posible. Son eslabones necesarios y siempre silentes.

No he escondido jamás mi alma liberal. Pero este ejemplo, el de Oleotourjaén, es un buen ejemplo de lo que debe hacer una administración pública: servidora de los intereses de todos los que se mueven entorno a un sector con el único fin de que todos, los que se menean, por supuesto, sí salen en la foto y salen siempre ganando. Y si ganan todos, gana la provincia. Así, sí. Me encantaría ver mis olivares llenos de gentes de mil y un lugares, las almazaras abiertas de par en par los 365 días del año, y el no hay billetes, plazas o tenedores durante muchos meses del año en los museos, hoteles, restaurantes de nuestra provincia. Y tener un 4% de desempleo. Eso no se consigue esperando sobrevivir con 400 euros al mes, 40 días de aceituna o rascar un puestecete de la mano de un partidillo o un sindicatejo.

Adam Smith decía que ‘el pan no lo obtenemos en el mercado por la benevolencia del panadero, ni la carne por la benevolencia del carnicero, sino porque éstos buscan una ganancia monetaria’. Gracias a esa ganancia fundamentada en el trabajo se puede prosperar. Y prosperando es la única forma de mejorar día a día para que los que vengan se encuentren algo mejor. Todo esto ni lo inventó Smith. Esto es la raíz misma del ser humano que necesita sentirse libre y realizado gracias a su esfuerzo y de los demás.

Chapó por Oleotourjaén. Sin duda dará que hablar. Hablaremos. Pero desde luego ya nada volverá a ser igual y el que quiera desandar lo andado más vale que piense en retirarse ya. Los que están/mos en movimiento será/n difíci/les de parar/nos.