Subida interruptus a Navachica

Venía mi amigo Miguel sugiriéndome todo este mes de agosto, el hacer una ruta que había oído que llevaba al punto más alto de la provincia de Málaga, subiendo desde Nerja. Tanto va el cántaro la fuente que allí nos plantamos el pasado miércoles.

A veces, leer crónicas, es una mezcla de info mala y textos regulares que te montan un cacao, como es el caso que nos ocupa. No nos fue difícil llegar a la Fuente del Esparto, unos 6 km por encima de las cuevas de Nerja (se va por un sendero de tierra que sale la izquierda justo antes de las barreras del aparcamiento de las cuevas). La mañana pintaba fresca y nublada. Habíamos quedado a las 7.30 am en Torredelmar y sobre las 8.30 estábamos en destino.

En la Fuente del Esparto hay un refugio de mineros que está siendo rehabilitado. Aparcamos y cogimos la senda que hay un poco más arriba a la izquierda que nos lleva al ‘Barranco de los cazadores’ por el que iniciaríamos la subida ‘en teoría’ a Navachica. Y digo en teoría porque después de leer varias crónicas ni el camino estaba claro ni la distancia tampoco. Luego vimos que la señalización de la ruta es defectuosa también, al menos para mí, acostumbrado a las buenas señales, hitos y mojones que hay por las rutas de la sierra madrileña.

Llegar al barranco no fue nada dificil, pero ya en los primeros metros, tras ver la cuevas que hay a ambos lados, llegamos a la primera bifurcación y duda. Nos decidimos a subir a la izquierda y al ascender unos 80 metros por una pared imposible, encontramos una senda a nuestra derecha que, tras recorrerla, nos llevó, de nuevo, al mismo punto donde habíamos empezado a subir.

Primer error, despiste y pérdida de tiempo. La señal del satélite llegó a perderse varias veces entre aquellas gargantas.

El barranco no era tan ‘inexpugnable’ como indicaban las crónicas así que decidimos subir por él hasta que definitivamente lo fuera. La ascensión no fue complicada, salvo algunos saltos de piedra que había que medio escalar. El entrenamiento por ‘Río Seco’ en Torredelmar nos ayudó a superar tanto pedrolo suelto.

Por fin  llegó ese punto ‘inexpugnable’  que nos obligó a torcer a la izquierda y subir de forma repentina entre pinos, alcanzado una senda que nos llevó de nuevo al cauce del barranco no sin antes pasar por los antiguos respiraderos de las minas. A nuestra derecha, desde lo alto de esta senda usada por lo mineros, las vistas eran impresionantes. ¡Ojo al vértigo! Yo me fatigué en algún momento (recordaba algunos momentos de la Cuerda Larga en Navacerrada).

Es increíble la altura que íbamos ganando. Al volver al barranco, nos encontramos por fin  la bifurcación que nos desvió a la izquierda y luego, unos 300 metros más arriba, a la derecha para encontrar definitivamente señales para el ascenso a Navachica. Pasamos por un mojón que indicaba a nuestra derecha la subida al Almendrón.

En esta última parte del barranco, hallamos las famosas ‘escaleras de piedra’ de unos 2 a 3 metros de altura que nos obligaban a escalar. No parábamos de subir. Esta parte fue la más divertida de todas. Llevábamos casi 3 horas de ruta.

Al acabar la famosas escaleras, una gigantesca pared cierra el paso del barranco y aquí es donde o subes o subes. No sabíamso exactamente donde estábamos, pero había que subir. Luego supimos que estábamos a los pies del Ranchillo del Viento (1.415 msnm). Las ascensión fue dura por la cantidad de piedra suelta que había (similar a la bajada de Peñalara por el lado de La Granja). Si mirabas a tu espalda la altura era espectacular y las vistas increíbles.

Tocamos cima a las 3 horas de iniciar nuestro recorrido (6,30 km recorridos). Allí decidimos parar, descansar y tomar viandas (en la foto Navachica al fondo). Unas barritas energéticas, agua y unas galletas de zanahoria que estabn buenísimas. Había que decidir si seguíamos o no. Era imposible que la ruta fuera de 18 kms o de 10 kms, si lo que había enfrente nuestra era Navachica. Tampoco había 500 m de desnivel para coronarla si estábamos en el ranchillo del viento (situado en algunas crónicas a 1300 msnm). Ante la duda y las nubes que entraban por el norte amenzando lluvia y niebla, decidimos volver por el mismo camino no sin antes deleitarnos con el silencio y las imágenes tan bellas que se presentaban ante nuestra atónita mirada..

El descenso para mi sorpresa fue divertidísimo. Bajé mucho mejor de lo que imaginaba subiendo (en realidad iba acojonado con la altura). Seguro, mis Brooks se portaron como unas campeonas, me lancé a la bajada como no recuerdo nunca haberlo hecho antes. Y salvo un resbalón que me costó un culetazo a cámara lenta, en unos minutos estaba a los pies de este alto, en el final de las famosas escaleras de piedra. Bajaba cantando y silvando. de vez en cuando gritaba a Miguel para saber de él.

Al llegar los dos abajo, nos hicimos un planking en homenaje a la subida. Estábamos convencidos de que llegamos a 1300 m, pero luego al ver los datos, descubrimos que habíamos subido mucho más y que la cima de Navachica (1.832 msnm) se nos quedó a escasos 3-4 km.

Volvimos al barranco e hicimos todo su descenso corriendo y saltando. Incluso descubirmos la ruta correcta que nos llevó por toda la senda de los antiguos mineros, dejando el barranco y sus impresionantes cortados, esta vez a nuestra izquierda. Qué sensación tan divertida, mezcla de seguridad, velocidad, vértigo… wouhhh.

La senda definitivamente se cortaba, y ¡oh sorpresa!, tran un descenso vertiginoso, llegamos al punto en el que, en la ida, nos habíamos equivocado.

Tras llegar al lecho del barranco, otra vez, ya nos dejamos caer para alcanzar la Fuente del Esparto en una hora y tres cuartos (4:47:52 tiempo total invertido sin parar reloj)

La ruta es, sin duda, muy dificil. Para mi junto con las cresta de Claveles desde el Reventón a Peñalara, lo más al límite de mi vértigo que hecho hasta ahora. Complicada y el desnivel que acumulas es impresionante (+2.678 m). No es una ruta para novatos y hay que ir bien preparados de material, agua y comida por si llueve, se mete viento o niebla. En inverno debe ser peligrosa por la cantidad de piedra, pedrizas y torrenteras que hay.

No llegamos a Navachica pero el año que viene lo volvemos a intentar. Al conocer ya la ruta espero que coronemos con éxito el techo de la provincia de Málaga. Merece la pena.

Os dejo nuestro track