Va de horarios

Diario IDEAL, 25 septiembre 2013

Hoy, por ayer, ha surgido en Twitter un interesante debate a cargo de la posible vuelta de España a tener el mismo horario que Gran Bretaña (el que había antes de que Franco alineara Madrid con Berlín). Todo porque en breve, nos vuelven a cambiar la hora y seguimos teniendo unos horarios laborales pésimos. Sobre esto siempre, otra más, he sido muy anglosajón. Cuando sales por ahí fuera descubres por qué España es un país de los menos productivos de Europa, por qué somos el país que peor lleva lo de conciliar la vida familiar y laboral, los que más tiempo tardamos en ir y volver de nuestros trabajos y sobre todo, somos los que menos dormimos. Porque levantarnos, nos levantamos, de media, a la misma hora que un señor de Londres, París, Berlín o Varsovia. Sin embargo, en otros países los horarios van acordes con los tiempos en los que vivimos. Si uno arranca a las 9, lo normal es dar de mano a las 5 o las 6 de la tarde, para que puedas ir de tiendas, comprar en el súper, ver a tus hijos o cenar a una hora decente que no te provoque obesidad y cortes de digestión porque a las once de la noche estás aún dándole a la mandíbula.

Los españoles buscamos mil y una excusa para no acogernos a los horarios anglosajones, pero mira tú por donde cuando un españolito llega a GB, Alemania o Noruega, tarda menos de un segundo en descubrir lo fabuloso que es el horario. En Londres además tienes tiempo de tomarte una pinta. O en Brujas a las seis de la tarde todo cristo a su casa. Y a las siete de la tarde sólo los bares están abiertos. Hay armonía entre los horarios escolares y laborales. Aquí es el ‘Bernarda´s pussy’ porque, de entrada, tenemos 17 estaditos.

Cierto es que en las grandes ciudades españolas ya los horarios son muy similares a Europa, salvo que aquí en las empresas y los jefes creen que cuanto más tardes en irte de tu trabajo, mejor. En Alemania si pasados 5 minutos de tu horario de salida no has chapado, es que algo has hecho mal. O no lo has hecho. En muchos lugares, con 30 minutos tienes para comer. Aquí se necesitan hasta tres horas donde te atiborras de comida, y te pegas una ‘siestaca’ del quince y a las cinco de la tarde, embolillado y dormido, medio arrancas para estar hasta las ocho u ocho y media, otra vez en el curro. En Europa, cuando tú llevas una hora de tarde, ellos ya han salido de sus oficinas y la inmensa mayoría de la gente vuelve a sus casas (con tiempo para su ocio y/o familia). Tú, cuando acabes sobre las ocho y media de la tarde y mientras que llegas a casa, tus hijos estarán en la cama, no podrás ayudar a tu pareja (si está) en nada y empezarás a cenar a las diez de la noche. Esa cena a esas horas no es nada sana (ya más del 50% de los españoles sufre trastornos de obesidad). Te tumbas en el sofá y te vas a la cama a las doce y media. Y a las siete o siete y media suena el despertador.

Algunos me dirán que si se hace de noche, que si el calor, que si la siesta, que si mi profesión,  etc, etc, etc, como si en otros países del mundo no se hiciera de noche, no hiciera calor, no hubiera profesionales como tú o la gente no le gustara dar un ‘calaillo’ en el ‘sofanito’. Los horarios, como los puentes, las vacaciones, etc., en España son otras de las muchas y grandes tareas que nos quedan por acometer y cambiar, con la misma celeridad que ‘Susanita10’ ha cambiado los muebles de su despacho en Presidencia. ¡Qué arte tiene la del flamenquito!

Pero aquí somos abigarrados hasta en costumbres que juegan en contra nuestra. Y cuando ya nos metemos con las jornadas intensivas, el despelote es morrocotudo. Total si en verano quieres recoger una notificación de Correos que abre solo hasta las dos y media y tú sales de currar a las cinco no podrás hacerlo y tendrás que joderte e ir el sábado por la mañana sin que a los demás les importe una mierda si tienes o no previsto salir de viaje, por ejemplo.

Tras esto lo único claro que me queda es lo que ya he dicho. Aquí no cambiamos (porque tenemos ‘calidad de vida’ aunque estemos en paro) pero cuando salimos el sistema europeo nos parece ideal de la muerte. Sobre todo lo de que llegue tu hora y salgas pitando. Y te de tiempo a hacer miles de cosas.

Aquí confundimos