Las gracias que no tuve

Recorre el mundo un hálito de desgracias, las que no se dan o las que no se ofrecen.

Desgracias que podrían ser algo así como unas gracias desnudas.  

¿Gracias graciosas? es decir, regaladas por amor al arte. No gracias

Aquí no se regala esto no vaya a ser que la "g" de la palabra se confunda con el punto que todo el mundo busca y que sólo los elegidos saben dónde está.  Es más barato desnudarlas y llenar el aire con esa respiración contaminada.

Voy a comprar muchos metros de tela para vestirlas, aunque en ello empeñe el saldo rojo de mi paupérrima cuenta bancaria.

Llenaremos los corazones vacíos y de hielo, simplemente, con gracias que no des-gracias.